Dando una vuelta con un pequeño grupo de erasmus por nuestra cuenta (ver anécdota 5), llegamos rápidamente a un edificio que se salía ligeramente de la monotonía soviética. Para ejercer de buenos turistas, decidimos sacarle las fotos de rigor pero ¡запрещенный! A toda velocidad vino un militar que, por gestos, hizo que borráramos las fotos hechas y cogió los datos del pasaporte de una chica checa.
Anécdota 2 (La ciudad):
Paseando por la ciudad lo más llamativo es lo monotono de los edificios y lo amplias que son las calles. Resulta casi imposible destacar nada de ellas salvo alguna escultura muy concreta y algún edificio también muy concreto. Nunca he estado en una ciudad tan gris y que transmita tanta desesperanza.
La anécdota es, pues, que no sea capaz de pensar en ninguna anécdota.
Anécdota 3 (La noche):
La noche cae en Minsk revelando su cara oculta. Los alcoholicos que pueblan sus calles (el vodka más barato, a 2 euros la botella) parecen cobrar vida y los jovenes se enzarzan en peleas en las discotecas.
Aunque salí las dos noches, se puede decir que prácticamente no entré en ningún sitio: la primera noche apenas estuve media hora en una discoteca en la que para entrar habia que pasar un arco de seguridad y ser cacheado y donde al dar un par de pasos presencié a una distancia muy alejada de lo prudente una violenta pelea con gente bailando alrededor. Tras esto, fui rechazado en otra discoteca por las zapatillas.
A la noche siguiente no se nos dejó entrar en una discoteca sin ninguna clase de explicación, ni positiva ni negativa, simplemente no abriendo la puerta.
Anécdota 4 (Documentación):
En la frontera Bielorrusa, y tras una exhaustiva comprobación de los pasaportes por parte de los militares correspondientes, se nos selló un papel que previamente habíamos rellenado y que debíamos guardar hasta la vuelta. Debido a mi constante paranoia en materia de orden, decidí que era más seguro guardarlo en un pequeño bolsillo de mi mochila en lugar de dentro del pasaporte, de donde se podía caer, razone.
Estando en el tren de vuelta y muy cerca de la frontera, me di cuenta de que habia perdido el papel. Llegaron los militares, cogieron mi pasaporte y tras saber de mi perdida siguieron comprobando pasaportes reteniendo mientras el mio sin darme ningún tipo de explicación. Después de 10 minutos de máxima tensión y de que viniera un segundo militar a comprobar mi pasaporte (cerrando el paso de una de las salidas, de rebote) se me entregó el pasaporte sellado y sin comentario alguno.
Anécdota 5 (La organización):
Que el organizador (Aleksandras) nos ha timado, es obvio. Que todo lo relacionado con él olía muy mal, también es claro. Desde un precio del viaje que le ha permitido embolsarse entre 50 y 80 euros por persona (de un grupo de 75 erasmus de tres universidades) hasta una total falta de organización en las actividades que se suponían incluidas en el precio y nunca lo estuvieron (ballet, opera, entradas a museos, visita guiada).
Estando en ESN he participado en la organización de varios viajes y conozco bastante bien por tanto el funcionamiento de los mismos. Es de risa considerar la pasada visita a Minsk como un viaje organizado.
En breve pondré a la oficina de relaciones internacionales al corriente de lo sucedido.
Conclusiones:
No temáis, me lo he pasado bien y he conocido a bastante gente interesante pero quería intentar recrear la atmósfera un poco asfixiante que me ha transmitido Minsk esos días.
En general, este viaje ha sido interesante como experiencia y no me arrepiento en absoluto de haber ido pero "Una y no más, Santo Tomas".

Anecdote 1 (Photos):
Taking a walk with a small group of erasmus by our own (see Anecdote 5), we reached a building that was slightly different to the rest. As the manual of good tourists say, we took a few pictures but запрещенный! Suddendly a militar came and told us to delete de photos and asked for the documentation of a girl and making notes about the data of her passport.
Anecdote 2 (The city):
Walking around the most noticiable thing is how monotonous are the building and the how wide the streets are. It's almost impossible to stand out something on them except a very few sculptures or one or two buildings. I've never been in such a grey city that transmits that hopeless feeling.
Therefore, the anecdote is that I'm not able of thinking in any anecdote.
Anecdote 3 (The night):
Night comes down at Minsk reveling its dark side. Alcoholics that live on the streets (the cheapest vodka costs 2 euros per bottle) come back to life while young people fight on the discos.
Even when I went out both nights, I can not say that I know how it is the nightlife because I almost didn't get inside of any disco: first night I just spent like 30 minutes inside a disco where you had to cross a metal detector and then be frisked to enter and where just after walking a few steps I saw a fight nearer than is recommendable while people kept dancing around.
After that, me and the people I came with, were rejected in other disco because of the shoes.
The following night they didn't let us get inside a disco for no reason, nor positive or negative. They simply didn't open the door.
Anecdote 4 (Documentation):
At the belarusian border and after checking exhaustively our passports by militars, they stamped a paper that previously we had filled out and that we had to keep for the return.
Due to my constant order-paranoia, I thought that it was safer to keep the paper at a "secret" wallet inside my luggage than inside the passport, where it could slipp away.
Being at the train on the come back and very close to the border,I realized that I had lost my paper. Militars came, grab my passport and when they knew about my lost they kept checking other people's passports while keeping mine without giving any explanation.
After ten minutes of real tension they gave me my stamped passport and without saying anything.
Anecdote 5 (The organization):
It's clear that the organizer of the trip (Aleksandras) has cheated us. It's as clear that everything related to him smelled really bad, from the price of a trip that has made him earn from 50 to 80 euros per person (of a 75 erasmus group from three different universities) to the total absent of organization on the activities that were supossed to be done and included on the price (ballet, opera, museums, guided tour).
Being a ESN member, I've participated in the organization of some trips and I know really good how they work. To call this visit to Minsk an "organized trip" is just a bad joke.
As soon as possible I will tell my International Relations Office about the whole thing.
Conclusions:
Don't worry, I had a very good time and had the opportunity of meeting very interesting people but I wanted to recreate the oppresive atmosphere that Minsk transmited me this past weekend.
In general, it's been a very interesting experience and I don't regret having been at Minsk but definitely I won't repeat.
2 comentarios:
El paisaje urbano que describes me recuerda bastante a Gliwice, la ciudad polaca donde estuvo Adell de Erasmus. Calles amplias atravesadas por cables -alumbrado...-, muy gris todo y mafia at the disco. Pero visitamos sitios chulos que si tienes oportunidad podrías visitar, aprovechando que estás más cerca de lo que estarías desde Madrid:
Wroslaw está curioso, pero lo que me encantó fue Cracovia: es una ciudad más europea, se ve gente más variada, y tiene el mejor garito del mundo: el Prozak -el nombre se parece a "Prospekto" pero no creo que éste le llegara ni a la suela del zapato!-. Yo de esos días sólo recuerdo diversión: comer donde queríamos, vueltas en bici -se frenaba pedaleando hacia atrás, casi me piño-, fiesta nocturna asegurada, un albergue en todo el centro muy nuevo...
Auschwitz fue un sufrimiento, pero bueno, es un testimonio histórico bastante potente...
Y en fin, que seguro que con el tren puedes llegar a sitios menos ásperos de visitar. Si te propones viajar también puedes echar un ojo a los vuelos de la compañía que usamos nosotros para ir desde Londres a Katowice (la ciudad más cercana a Gliwice): wizzair
Un beso!
Anoche estuve mirando precios de trenes, buses y aviones hacia Polonia. Tendré en cuenta tus comentarios aunque no creo que vaya a Auschwitz.
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